Fuego en el cuerpo 1981 |
lunes, 29 de octubre de 2012
Incendio
martes, 23 de octubre de 2012
Laboratorio de química
Jerry Lewis y Stella Stevens en "El profesor chiflado" (1963) |
He pasado por aquí y me han dado ganas de quedarme a escribir sobre ti. Elegir, una a una, las palabras, medirlas y pesarlas cuidadosamente para someterlas al proceso que destile el líquido inestable de nuestro amor. Un compuesto de naturaleza volátil que es necesario preservar, encerrarlo en un frasco y mirarlo a través del cristal para evitar que se evapore al contacto con el aire.
lunes, 5 de marzo de 2012
A vueltas con lo imaginario
"Sólo era una trampa, Alicia" fotografía de Thomas Czarneki |
Sentada en la sala oscura me sentí bombardeada por una potente sucesión de imágenes en la pantalla.
Uno a uno los impactos en la retina eran transmitidos al cerebro donde, casi sin tiempo para procesarlos, iban produciendo estragos.
Todas las barreras defensivas fueron cayendo dejando al descubierto algo inquietante y angustioso.
Tras el asedio me vi, como en un sueño, corriendo desesperadamente con la frente pegada a un espejo intentando alcanzarme sin avanzar ni un milímetro.
El miedo a sufrir abandonada al deseo profundo y oscuro, es el azogue de un espejo que construye una ilusión de cercanía donde no hay más que vacío.
jueves, 16 de febrero de 2012
La verdad en el espejo
Hay muchos que ven este país como una mujer con un pasado glorioso. Un pasado en el que una joven virtuosa tuvo el mundo a sus pies bajo la tutela de una dinastía ambiciosa y austera de origen germano. Después, la joven cayó en las estúpidas manos de los Borbones, unos vividores que no supieron estar a la altura, y todo se perdió.
Y aquí siguen, suspirando por el esplendor perdido, peleándose por tonterías con los franceses y admirando la disciplina alemana. Bien harían estos en ir un poco más allá, esta mujer de la que hablo, como cualquier coqueta, tiene muchos más años de los que confiesa, su pasado es mucho más antiguo y está en el Sur. Esta mujer es hija de Grecia y Roma y un árabe fue su primer amor.
El espejo no siempre te devuelve la imagen que esperas.
Y aquí siguen, suspirando por el esplendor perdido, peleándose por tonterías con los franceses y admirando la disciplina alemana. Bien harían estos en ir un poco más allá, esta mujer de la que hablo, como cualquier coqueta, tiene muchos más años de los que confiesa, su pasado es mucho más antiguo y está en el Sur. Esta mujer es hija de Grecia y Roma y un árabe fue su primer amor.
El espejo no siempre te devuelve la imagen que esperas.
viernes, 3 de febrero de 2012
Ellas no nos representan
Dos caras de la misma moneda, aquella con la que quieren comprar nuestra participación.
El Feminismo de Estado en Todo por Hacer
miércoles, 1 de febrero de 2012
Seguir cantando
Es bonito cuando la gente se une bien sea para follar, derrocar a un tirano o para cantar.
Oirás cosas como que el sexo sin amor te aboca al vacío o que las revoluciones son hijas del caos. Te llamarán promíscuo, antisistema o perro flauta. No importa, sigue cantando.
martes, 17 de enero de 2012
Penitencia
Nos han metido a todos en el confesionario haciéndonos creer que lo que sucede no es más que un justo castigo por nuestros pecados.
Hemos pecado como la cigarra irresponsable viviendo por encima de nuestras posibilidades en la época de bonanza sin pensar en el crudo invierno que siempre está a la vuelta de la esquina. Cegados por la soberbia, no hemos tenido la humildad necesaria para mantenernos alejados del deseo vanidoso de una vida mejor.
Nos hemos dejado arrastrar por la pereza, incapaces de hacernos cargo de nuestra propia vida. Somos vagos, no estamos a la altura del héroe de la "Cultura del Esfuerzo" capaz de sobreponerse a todas las dificultades para ganar. Como débiles que somos, sólo esperamos que el Estado nos mantenga y proteja.
Con estos pecados ya estamos condenados pero, además, hemos tenido el descaro de desatar nuestra ira librando el odio y el enfado que nos oscurece el corazón y nos nubla la mente por el deseo de venganza.
Y aquí estamos, arrodillados en el confesionario abrumados por el peso de nuestra conciencia, haciendo acto de contrición y aceptando la penitencia para salvarnos.
Sigue la farsa, las mismas putas mentiras de siempre.
viernes, 6 de enero de 2012
Dejarse ir
Foto: Shelbie Dimond |
Me quité las medias y los zapatos para sentarme en una piedra a la orilla del río y metí los pies en el agua. El primer contacto con el fondo viscoso provocó una punzada de asco que me hizo dudar de la intención de meterme en el río. Me sobrepuse, me recogí la falda y avancé hasta que el agua me cubrió la piernas. Ahí me quedé, con la brisa meciendo un mechón de pelo en la nuca, el sol de primavera calentándome ligeramente los hombros, el agua fresca corriendo entre las piernas y los pies hundidos en un barro pringoso. Ahí pensando en la gente que me había educado, esa gente que había afirmado que abandonarse al placer conduce sin remedio a la suciedad. Cerré los ojos y hundí los pies un poco más y un poco más...
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