El verano ha sido sorprendente colocando, en más de una ocasión, la fascinación de la juventud al alcance de sus dedos, pero se ha quedado mirando, deseando ser un trozo de papel que al doblarse, una y otra vez, fuera mezclando el presente y el pasado hasta conseguir que el tiempo se detenga.
Imagen: instalación de
Swoon
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